A finales de 2013, Tom Hanks, al ser diagnosticado con diabetes de tipo 2, afirmó que no aceptaría más papeles cuyo guión exigiese un cambio físico radical. No ocurre lo mismo con Matthew McConaughey, reciente ganador del Óscar con la película Dallas Buyer Club y que pidió consejo a Hanks para perder 23 kilos con el fin de interpretar a un afectado por el SIDA.

No en vano, el protagonista de Forest Gump tuvo que someterse a una dieta estricta para triunfar con Philadelphia (año 1993, 12 kilos) y Náufrago (año 2000, 22 kilos). Precisamente fue Náufrago la película que mejor supo hacer un Product Placement (emplazamiento de producto) de calidad.

náufrago fedex

Narra la historia de Chuck Noland (Tom Hanks), un analista de sistemas que viaja por todo el mundo resolviendo los problemas de productividad de FedEx, posiblemente la empresa de correo express –real- más importante de EE.UU. En uno de los viajes, Chuck consigue escapar milagrosamente de un accidente de avión y termina en una isla desierta del pacífico junto a varios paquetes de FedEx, uno de ellos Wilson, la pelota de voleibol que se convirtió en su mejor amigo.

Sin embargo, deja un paquete sin abrir que cuatro años más tarde, una vez ya rescatado, entregaría a su destinatario. Esta situación no sólo demostró la capacidad de supervivencia del ser humano, sino que FedEx, pase lo que pase, termina entregado su pedido.

Hablamos de una forma fabulosa de dar a conocer su marca ante millones de espectadores. Pero, antes de buscar ayuda externa, una empresa debe vigilar el funcionamiento de su propio equipo. Tan sólo hace falta ver este video en el que un empleado de FedEx fue captado mientras entregaba un ordenador tirándolo por encima de una cerca. El afectado, que subió la prueba a Youtube, comentó lo siguiente: “Lo más triste es que tenía la puerta abierta y yo estaba en mi casa . Todo lo que tenía que hacer era tocar el timbre de la cerca. Ahora tengo que devolver el ordenador, porque está roto”. Zas en toda la boca.

Anuncio publicitario