Según el periódico británico “The Telegraph” el himno español está entre los peores del mundo. Desde que se dio a conocer esta noticia el pasado 27 de julio, ningún deportista español ha subido al podio en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, lo que significa el peor arranque de la delegación española desde Seúl 88.
Una de las mayores decepciones ha sido la eliminación de la selección española de fútbol, ese deporte que, tras los últimos éxitos cosechados, dos Eurocopas y un mundial de forma consecutiva, ha hecho enorgullecer a toda una nación hasta tal punto, que se ve preparada para todo: “Soy español. ¿A qué quieres que te gane?”. Una pregunta con muchas respuestas, empezando por eurovisión, por poner un poco de humor.
Y es que, por mucho que duela, otra vez un periódico inglés (Evening Standard) ha reflejado de forma intrínseca lo que en el exterior piensan realmente de los españoles: “Somos basura”.

Una de las cosas que más odio es que se asocie a España única y exclusivamente con los toros, la fiesta y el flamenco, aunque este último me encanta. De hecho, tengo amigos que me han llegado a contar que conocidos suyos extranjeros pensaban que cada hogar tenía un establo con toros.
Ahora, a punto de cumplir un mes de mi periplo en Londres, me he dado cuenta de que los ingleses, o al menos la mayoría, nos ven como un país inferior y arruinado. No importa que científicos españoles avancen en el tratamiento del VIH, siempre habrá noticias malas de la economía española y, cuando hay manifestaciones, de la supuesta violencia y la falta de educación de los españoles.
Y los exiliados tampoco somos los mejores abanderados, sin contar a Pau Gasol, que estuvo magnífico. Por ejemplo, cuando voy a una entrevista de trabajo y me preguntan qué haces en Londres, contesto que “busco las oportunidades que mi país de origen no es capaz de ofrecer”, cuando podría decir perfectamente “que estoy viviendo una nueva experiencia fuera de mi país”. Pero es inevitable. Estamos formados desde el pesimismo y el pesimismo conduce a la inferioridad.
¿En qué sentido? Pues bien, tras realizar una prueba en el restaurante Le Pain Quotidien, donde trabajé gratis durante 4 horas, descubrí que los runners, es decir, los que se dedican a recoger las mesas, eran españoles, aunque éstos también hacían de camareros, una función que a ellos no les correspondía.
A pesar de todo, y qué fuerte suena, estoy deseando trabajar de runner. Poco importan mis estudios y mi experiencia laboral como periodista. A la mierda con la dignidad. Ahora mismo daría saltos si me contrataran en McDonald’s. Y es que, una vez que has echado más de 40 currículum (face to face) y aplicaciones online, te llegas a desesperar y te das cuenta de la razón que tienen portadas como las de El Jueves, la revista que sale los miércoles.

Ganamos y paseamos la supuesta y jodida marca «España» con Nadal, Alonso o la selección nacional de fútbol, pero a la hora de la verdad nadie nos quiere a nuestro lado. Podría decir, como el breve del periódico Evening Standard, que We are rubbish, pero prefiero terminar este artículo con una canción de, que curioso, un británico nacido en Líbano: Mika, We are golden.
bueno, bueno, bueno Diego.
No es el momento de la resignacion o venirse abajo. Ten en cuenta que estas «personas que se creen superiores por vivir en un pais cuya economia esta mejor que la nuestra», estan deseando venir a disfrutar de nuestros «soeces gustos» como la farandula, los toros, la gastronomia, y sobre todo a ponerse ciegos los muy hijos de la gran bretaña en nuestra tierra. No reneguemos de lo que tenemos, entre todos, intentemos hacerla un poco mejor. Tu experiencia allí sera importante, porque luego, la importarás aqui, y nos enseñarás a ver las cosas de una manera distinta, desde fuera pero dentro.
Animo cariño que les vas a dar duro!!
Un beso, y aunque sean las medallas del chorizo, alguna tendremos
Bueno, creo que está en la mano de todos los «españolitos» cambiar la impresión que tienen/tenemos de esta nuestra tierra. ¡A por ello!
Mami